El primer lugar que
fotografié es el Mercado de las Pulgas.
Aclaro que es el primero, porque no quedé muy conforme con las fotos.
Creo que erróneamente me deje cautivar por los objetos y no retraté el espacio,
obteniendo como resultado imágenes
que están lejos de describir un
espacio en su totalidad. Sin embargo, lo que logro destacar de mi elección es
el hallazgo de lo que busco transmitir: el paseo por esos pasillos repletos de antigüedades incita
a la memoria y el recuerdo de tiempos pasados, especialmente la niñez. Remontarse a la serenidad y confianza de la
infancia, donde reina lo actual y lo
próximo, antes de emprender el camino hacia la vida interior y descubrir lo
inexpresable. En fin, el estado previo , que luego se convierte en nostalgia y
recuerdo. Lo que intente es retratar esto, en la conservación de los objetos de
otras épocas.
